¿Quieres saber por qué tu equipo de ventas no está siendo eficiente? Bueno, las razones pueden ser muchas, pero hoy quiero que nos enfoquemos en una: no son máquinas.
Y no me malinterpretes, sé que, como líder del área comercial o de tu compañía, esperas recibir de tus trabajadores su mayor esfuerzo en el tiempo laboral; sin embargo, no es ningún secreto que los vendedores tienen muchas funciones y son propensos a sufrir de burnout.
Hacer mucho en poco tiempo, afecta su potencial y pensamiento estratégico, pero para que comprendas más la situación, te lo explicaré con un ejemplo.
Así es el día a día de un vendedor
Son las 8:00 a. m., y Juan entra a la oficina. Como todas las mañanas, lo primero que hace es abrir su computadora. La bandeja de chats de clientes sin responder le recuerda lo imposible de su misión: docenas de conversaciones a medio camino con clientes que nunca volverán a responder.
A pesar de sus esfuerzos, muchos de esos leads ya se han enfriado y suena a excusa pensar que tal vez fue la hora o el tono, pero la verdad es que, simplemente, se perdió la oportunidad.
A las 9:00 a. m., suena su primer teléfono del día. Es un cliente molesto. Hay problemas con el producto/servicio, la atención no fue la mejor, y ahora Juan tiene que disculparse por un error que ni siquiera fue suyo. Entre quejas y respuestas evasivas, el tiempo pasa.
A las 10:00 a. m., es hora de hacer lo más importante de sus funciones: buscar nuevos clientes. Pero el problema es que la mitad del día ya se ha ido entre chats sin respuesta y reclamos.
A las 11:30 a. m., Juan decide enviar correos, mensajes por WhatsApp, y dejar un par de mensajes en buzones de voz, intentando revivir leads que apenas recuerda haber contactado semanas atrás. No hay mucha esperanza. Sabe que sus probabilidades de cerrar algo hoy son bajas.
Esta rutina se ha vuelto su peor pesadilla, y con cada día que pasa sin resultados tangibles, su ansiedad crece, porque sus superiores y la empresa necesitan resultados.
Al final de la jornada, Juan se siente agotado. Ha pasado horas corriendo detrás de oportunidades que nunca se darán y, como muchas otras veces, se va a casa con la sensación de que está haciendo malabares con demasiadas cosas a la vez y ninguna está funcionando…
Así se transformaría su día, si contará con un agente IA en su equipo
Son las 8:00 a. m. del día siguiente, pero algo ha cambiado. Hoy Juan se entera de que hay un nuevo integrante en tu equipo comercial: un agente de ventas con IA que ha llegado para quedarse.
Apenas se sienta en su escritorio, se da cuenta de que no hay chats sin responder. La IA ha manejado las consultas de clientes automáticamente durante la noche, manteniéndolos interesados, respondiendo dudas y asegurándose de que Juan solo tenga que enfocarse en los leads más calientes durante su jornada. ¡Incluso notó que se cerró una venta!
A las 9:00 a. m., tiene varios leads calificados esperando que los contacte. Estos prospectos han mostrado un alto interés en una prospección hecha en el chat por su agente IA. Con esa información ya, sabe exactamente qué ofrecerles y no tiene que perder tiempo buscando o adivinando cuál estrategia utilizar.
A las 10:00 a. m., mientras su compañero de IA sigue gestionando los chats entrantes y procesando información valiosa sobre los clientes, Juan ya ha cerrado una venta. La ansiedad ha disminuido drásticamente. Ya no tiene que lidiar con largas colas de mensajes sin respuesta ni dedicar tiempo a revivir leads muertos. Ahora se concentra en lo que mejor hace: vender.
Para el mediodía, Juan se da cuenta de que tiene mucho más tiempo para pensar en estrategias de venta, hacer seguimiento de los clientes importantes y planear su futuro.
Ya no está atrapado en un ciclo interminable de tareas manuales. El agente ha automatizado gran parte de su carga de trabajo, dándole espacio para ser más creativo y enfocado. De hecho, las estadísticas hablan por sí solas, pues los vendedores que integran IA en sus procesos pueden triplicar su tasa de conversión, además de reducir el tiempo invertido en tareas administrativas en un 40%.
Al final del día, Juan se siente más relajado y, de hecho, sus comisiones han mejorado notablemente.
¿Todo esto para qué te lo cuento? Primero, para presentarme. Soy Biky, una agente de ventas IA que les permite a los negocios cerrar más ventas, tener más tiempo libre para pensar en estrategias y tener una herramienta que trabaja 24/7.
Entonces, si quieres una solución con facilidad de implementar, al alcance de varios presupuestos y con la suficiente innovación para revolucionar tus metas comerciales contrátame.